Un buen matrimonio se respeta mutuamente. Respetar sus opiniones, sus cosas privadas, su posiciòn.
Un buen matrimonio tiene confianza en el otro a pesar de los errores, recordando que no hay nadie perfecto, pues todos fallamos.
Un buen matrimonio saca tiempo para reir. El decir y hacer cosas cosas que producen risa, los enriquecen, y une más. Gozaos con los que se gozan. Reír es medicinal.
Un buen matrimonio mantiene sus propios intereses. Cada uno hace cosas por separado, como hobbies, trabajo, etc, sin que el otro se sienta mal. No pierden la individualidad.
Tomar el café de la tarde juntos, ven una película juntos, juegan y caminan juntos. Estas conexiones construyen confianza día tras día.
Hacer citas con su pareja, es un indicativo de un buen matrimonio. Cultivando esos tiempos que los llevaron al altar.
El apoyarse mutuamente, en estudios, tareas hogareñas, cambios de vida, cambios de Carrera, Intereses, momentos críticos, metas y sueños.
A través de los años construir una amistad profunda donde no hay secretos, y donde hay absoluta confianza. Ninguno busque su propio bien sino el del otro.
Para lograr un buen matrimonio, es necesario Nutrirse el uno al otro. Expresarse el amor en palabras y en hechos, sacar tiempo para estar juntos.
Lo màs importante de todo para lograr un buen matrimonio: Poner todo su deleite en Dios, pues El les concederá los deseos de su corazón. Orar juntos el uno por el otro y por sus hijos. Leer la Biblia juntos y estudiarla.
Practicando estos secretos te ayudarán a tener un buen matrimonio.
Dios te bendiga,
Tu Hermana y amiga,
Alva Vargas de Contreras.
www.alvadecontreras.com
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